“Pero nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas.” Hebreos 10:39 (NTV) ¿Cuántas veces has querido renunciar a tu fe y dejarlo todo?, ¿En cuántas oportunidades los problemas te han desanimado y las tentaciones te han vencido? Y pese a las adversidades continúas de pie y con esperanza, esto es porque Dios te ama y quiere que sigas adelante. Cada vez que Dios te quiera llevar a un nuevo nivel de vida tendrás que atravesar pruebas. Ellas son las que forman tu carácter, personalidad y forma de ser. No son opcionales ni elegibles, al contrario, son establecidas y dadas por Dios. “Más él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro.” Job 23:10 Si aún no lo hiciste, te animo a que leas el libro de Job, verás que Dios probó a Job quitándole todo y dejándolo prácticamente sin nada. Pero lo más hermoso que encontrarás es que él se mantuvo firme e íntegro ante la prueba. “… ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.” Job 2: 10 Y es que siempre tendrás pruebas, la vida está llena de ellas pero ninguna se vence huyendo, al contrario, tienes que enfrentarlas cada vez que se presenten en tu vida. Sé que es doloroso y desesperanzador encontrarse en medio de la prueba, pero recuerda que nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas. Acuérdate de nuestros antepasados, cómo permanecieron fieles aunque tuvieron que soportar terribles sufrimientos. Por lo tanto, no deseches la confianza que tienes en el Señor. Ten presente la gran recompensa que te traerá. Perseverar con paciencia es lo único que necesitas ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirás todo lo que él ha prometido. Dios ha de cumplir su palabra pues él no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta, no permitas que el desánimo afecte tu vida espiritual. Créele a Dios, sigue confiando en sus promesas y declara: He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; no obstante, defenderé delante de él mis caminos, y él mismo será mi salvación… Job 13:15. “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principales, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:28 Apóyate en la palabra de Dios, en la espada de doble filo que penetra en el enemigo, hasta los tuétanos y vence. “…Todo aquel que en El creyere, no será avergonzado.” Romanos 10:11
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