A Dios le gusta vernos bien, le agrada que seamos felices y lo podemos ver en tantas porciones de Escritura donde nos pide que nos alegremos, que nos regocijemos. Pero también sabemos que debemos tener consideración con todos y vivir siendo considerados.
Cuando reconocemos que todo lo que tenemos nos lo ha dado Dios, dejamos de jactarnos y creernos merecedores de eso y más. Al recordar cuánto nos ama Dios, que dio a Su Hijo, por nuestra salvación, para que pasemos la eternidad con Él, tenemos que ser considerados en todo y con todos.
Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto.
Filipenses 4:4-5 (NTV)
Como creyentes, sabemos de Su regreso. Nadie sabe cuándo será, pero es mejor estar preparados y que nos encuentre sirviéndole o ayudando a otros cuando venga. ¿No te parece mejor idea? ¿Imaginas que el momento en el que venga, estés en uno de esos días donde te quejas de todo?
Es como que nos encuentre, como dicen, «con las manos en la masa». Y sabemos que Él es misericordioso y bondadoso, pero no por eso debemos abusar de Su generosidad. Tratemos siempre de estar en buena actitud, sirviendo a alguien, alabando a Dios y bendiciendo a otros.
Esa es la manera como debemos vivir, debe ser nuestra actitud constante, la de servicio, la de compasión, el deseo de ayudar debe acompañarnos en todo momento. Necesitamos ser mejores personas. Buscando siempre complacer y servir, alabar y adorar a nuestro Dios.
Y no olvidemos nunca estar en comunicación con Él por medio de la oración. Conectarnos diariamente con nuestro Dios enriquecerá nuestro espíritu y estrechará nuestra relación con nuestro Padre. Leyendo la Biblia también nos conectamos con Él y llegamos a conocerlo mejor.
Nunca podremos entender completamente las cosas que pasan en el mundo, siendo que Dios está en control. Pero no es nuestra tarea averiguar esas cosas porque, nunca olvidemos que, Él es Dios y es superior a nosotros y Sus maneras nos son difíciles de comprender.
«Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos—dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.
Isaías 55:8-9 (NTV)
Escudriñemos Su Palabra, pero no Sus maneras. No dudemos de que nuestro Amado Dios tiene mejores planes para nosotros (la humanidad), mucho mejores que los que nosotros podemos idear. Con todo y que Él fue nuestro Creador, no debemos pensar jamás que podemos hacer las cosas mejor que Él. Nuestro Dios es Soberano y eso, hay que respetarlo.
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