Nuestra memoria puede almacenar muchísima información, entre ellas, momentos, películas, canciones, libros, temas que nos interesan, etc. A veces preferimos incluso ver un resumen del tema que nos interesa para comprenderlo más rápidamente, pues tal vez no disponemos del tiempo o la paciencia para hacerlo por completo. Si bien Dios requiere que grabemos en nuestro corazón y memoria toda su Palabra, aunque sea un poco difícil, Dios demanda más que todo que podamos entenderla y practicarla. Ahora bien los diez mandamientos, que son muy importantes, están resumidos en dos mandatos: Amar a Dios y amar al prójimo ”Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Mateo 22:37-39 (RVR-1960) Si nos damos cuenta, en los 10 mandamientos, los primeros cuatro son referentes a Él y los seis siguientes a nuestra relación con el prójimo. Quizás no hemos estado practicando ninguno de ellos; porque se nos hace difícil hacerlo y recordarlo en momentos donde estamos aparentemente solos, o estamos sufriendo alguna decepción o injusticia, y es esa la razón por la cual Dios desea que aprendamos estos mandatos. Dios ya nos facilitó la forma de poder comprender su Palabra, en realidad se resume en tenerlo a Él como primero en nuestra vida y amarlo con todas nuestras fuerzas y por consiguiente haremos lo que a Él le agrada que es amar a nuestro prójimo, sea bueno o sea malo así como Él lo hace. Llegó la hora de grabar en la mente realmente lo que Dios demanda de sus hijos, y si ya lo hiciste es hora de practicarla de verdad.
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