La única manera de incrementar nuestra fe es cuando escuchamos y creemos en el mensaje de Jesús. Y es que tener fe no es buscar pruebas, es confiar verdaderamente. Ahora, si tenemos alguna duda podemos buscar esas pruebas, pero eso significa que aún no tenemos una fe firme.
Necesitamos saber que Dios no está como muchos piensan, con los brazos cruzados mirándonos y esperando a ver cuándo vamos a fallar. Esos que piensan así, creen que el Señor está pendiente de nuestras fallas para castigarnos.
Pero cuando conocemos la verdad del gran amor de Dios y de cómo envió a Su único Hijo a morir en la cruz como sacrificio por nuestros pecados, entonces, lo entendemos. Creer en Jesús, en Su vida, ministerio en la Tierra, en Su muerte por nosotros y Su resurrección, eso es fe.
Dios no está esperando a que fallemos para castigarnos. No. Los problemas que vienen cuando fallamos, cuando pecamos, cuando tomamos las decisiones equivocadas o los caminos incorrectos, son consecuencia de lo que hicimos. No son castigos de Dios.
Nosotros tenemos las buenas noticias. El Evangelio es la mejor noticia que podemos dar a todos. Decirles que Jesús vino para que quienes creamos en Él tengamos vida eterna al morir en este mundo y que iremos a un mundo perfecto por la eternidad al lado de Dios.
¿Pero cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que alguien se lo diga? ¿Y cómo irá alguien a contarles sin ser enviado? Por eso, las Escrituras dicen: «¡Qué hermosos son los pies de los mensajeros que traen buenas noticias!» Romanos 10:14-15 (NTV)
Esas Buenas Nuevas son las mejores noticias para toda la humanidad. Al pecar, somos separados de Dios y al estar separados de Él, estamos condenados a la muerte eterna. Si creemos en Jesús, que vino para darnos esa eternidad a Su lado, entendemos que viviremos al terminar nuestro tiempo aquí en la tierra.
Esa es la razón de la Gran Comisión. Jesús nos mandó a anunciar las Buenas Nuevas al mundo entero. Nos debe apasionar ser llamados cristianos y transmitirles a otros el gozo que sentimos de sabernos salvos. La paz que Dios nos da cuando sabemos de Su respaldo y que no importan las circunstancias que estemos viviendo.
Tenemos la confianza que nos quita el temor a la muerte porque ese miedo viene por no saber lo que vendrá, pero al tener fe en Jesús e incrementarla, creemos en Él y en Sus promesas. Y el Señor nos prometió que quienes creamos en Él seremos salvos y al partir de aquí iremos a un lugar maravilloso que está preparando para nosotros.
Vivir con esa confianza, con esa alegría, tranquilidad y paz, debe invitar a otros a preguntarnos cómo lo logramos y esa una excelente oportunidad para contarles sobre la vida en Jesús, la razón por la que Él vino y por qué lo adoramos como lo hacemos.
MIRA NUESTRA ACTIVIDAD EN LAS REDES SOCIALES