Muchas veces olvidamos lo privilegiados que somos al contar con el perdón de Dios por nuestros pecados, porque el Salmo 103:10 dice “[Jehová] No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.” Si tuviéramos que pagar por el precio de nuestros pecados nuestra vida no alcanzaría para hacerlo.
Su perdón realmente no tiene comparación, ya que nuestra transgresión contra Él y nuestro prójimo merece la muerte, “Porque la paga del pecado es muerte,…” Romanos 6:23 (RVR1960) sin embargo el Señor no nos dejó a la deriva, sino que envió a su Hijo para pagar el precio y así redimirnos de nuestras faltas.
Si Dios nos perdona y renueva su misericordia con nosotros, ¿por qué nos resistimos a hacerlo con los que nos han dañado? Quizás tenemos nuestras justas razones, pero así como hemos recibido la compasión de Dios la debemos dar a quienes nos han ofendido.
Esta es una muestra de lo agradecidos que estamos con Dios, dando lo que hemos recibido de parte de Él a los demás, porque también de esa manera estamos siendo luz y predicando con actos el Amor que ofrece.
¡Sé agradecido perdonando a quienes te ofenden!
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