Se cuenta de un escultor que empezó a trabajar una hermosa pieza de mármol, pero sólo la estropeó por su impericia y desalentado abandonó su trabajo. Finalmente el mutilado bloque de mármol quedó abandonado en el patio del escultor y allí permaneció por mucho tiempo expuesto a la intemperie y medio oculto por las hierbas que crecieron a su alrededor. Pero un día el famoso Miguel Ángel observó este bloque de mármol y vio lo que valía. Después de adquirirlo del fracasado escultor, empezó a trabajar en él, transformándolo en la admirable estatua del joven David con su onda en la mano, en el momento previo de arrojar la piedra que abatió al gigante Goliat. Tal maravilla de arte fue conseguida de un pedazo de mármol estropeado. Quizás has tenido una vida dura, experiencias que han marcado tu vida, palabras hirientes que te tienen atado a una existencia de tristeza, decepción, baja autoestima y frustración. Sin importar qué hiciste antes o qué dicen de ti, Dios siempre puede cambiar las circunstancias. “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!” 2 Corintios 5:17 (NTV) Si Miguel Ángel pudo hacer esa obra maravillosa con un pedazo de mármol estropeado y abandonado, ¿cuánto más podrá hacer Dios con tu vida? Sólo debes depositar tus preocupaciones, el dolor, la frustración y la impotencia que sientes en Sus manos. Si le permites hacer su obra en ti sin poner objeciones y confiando plenamente en su magnificencia y su amor, el gran Artista del universo hará de ti una obra maestra; sanará tu corazón herido, restaurará tu vida, quitará cualquier dolor, rabia o amargura y llegarás a ser todo aquello que soñaste y aún más. Permite que Dios haga de ti una obra maestra, no importa qué tan estropeada está tu vida, Él conoce tu valor y desea trabajar en ti.
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