¿Tienes fe cuando oras? A veces nuestra petición es un milagro que esperamos del Señor, pero existe un requisito esencial para que podamos recibir lo que esperamos y ver las maravillas de Dios: la fe.
El milagro no sucede cuando pides, sino cuando tienes FE
Sara era una mujer sencilla, hermosa, y muy humana; cometió errores antes de recibir el milagro. Ella era estéril, obviamente un asunto de angustia personal, al igual que de vergüenza cultural en esa época.
A pesar de recibir la promesa, trató de manejar esta situación a su manera, enviando de forma insensata a su sierva Agar con Abraham para concebir el hijo que Dios había prometido, lo cual trajo consecuencias negativas para todos.
La fe no hace las cosas sencillas, hace las cosas posibles
Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.
Hebreos 11:11 (RVR 1960)
A los 90 años de edad Sara recibió la promesa de Dios para concebir un hijo y a pesar de sus errores, la Biblia menciona que era una mujer de fe. Estando fuera del tiempo indicado para tener hijos, ella esperó y confió en el Señor para recibir el milagro, por lo que sus fuerzas fueron renovadas para sostener un niño y vivió otros 30 años, muriendo a la edad de 127 años.
La fe es una mano vacía, extendida a Dios diciendo ¡Gracias!
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11:6 (RVR 1960).
Cuando nos acercamos al Señor debemos hacerlo con fe, confiando que en Él encontraremos nuestro milagro. Dios conoce tus debilidades y errores, es posible que sientas miedos o dudas, pero sólo te pide que seas sincero, confieses y le des las gracias por su maravillosa obra sobre tu vida ¡tener fe es creer sin ver!
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ
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