Se cuenta que una vez asaltaron a Matthew Henry, conocido ministro y comentarista bíblico del Siglo XVIII (1662-1714). Después de lo sucedido algunos de sus amigos le preguntaron cómo se sentía. Cualquiera hubiera esperado una queja contra Dios pero lejos de eso, su respuesta fue:
“Me siento muy agradecido con Dios… de hecho, tengo cuatro cosas por las cuales estarle agradecido en cuanto a esto que me ha pasado. Primero, le estoy agradecido porque es la primera vez que me asaltan. Segundo, le estoy agradecido porque me robaron la bolsa y no me quitaron la vida. Tercero, le estoy agradecido porque aunque se llevaron todo lo que tenía encima, no era mucho. Y cuarto, le estoy agradecido porque me robaron a mí y no fui yo quien robó”.
Cuando algo malo nos sucede, tendemos a centrarnos en eso y perdemos de vista las cosas buenas que pueden haber sucedido en medio de las adversidades. Nos olvidamos de que Dios tiene el control de nuestras vidas y que Él no permitirá que nada nos dañe.
“Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Efesios 5:20 (NTV)
Puede ser que más adelante veamos de qué cosas nos libró el Señor o quizás nunca lo sepamos con claridad, pero puedes confiar en que no hay lugar más seguro que en sus manos y que si Él permite algo es porque tiene un propósito.
“echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. 1 Pedro 5:7
No te desanimes, estreses, desesperes y mucho menos reniegues contra Dios por las circunstancias que estás viviendo, dale gracias porque Él tiene cuidado de tu vida y todo tiene un propósito.
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
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