“Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado“. Marcos 4:35 Parecía un día normal cuando Jesús y sus discípulos entraron en la barca para pasar al otro lado del lago. Todo indicaba que el viaje emprendido sería tranquilo, en paz y armonía; pero de repente se desata una tempestad de viento en el lago, donde la vida de los discípulos peligraba, corría riesgo. En su desesperación ellos buscaron a Jesús, quién descansaba en ese momento. Creo que todos los que hemos recibido a Jesús en nuestro corazón, y lo tenemos presente en nuestras vidas, estamos en un viaje con Él. Posiblemente tu viaje se encuentra en una situación de desesperación, al igual que el de los discípulos, donde las tormentas de la vida quieren destruir tus esperanzas y fe. Sea cual sea tu situación o por lo que estés pasando, te ánimo y aliento a que te quedes tranquilo y en reposo al igual que Jesús. Él descansó en medio de la tormenta porque sabía que Su Padre no lo abandonaría, sabía que en sus manos estaría seguro y que no sucedería nada que no estuviera en la voluntad de su Padre. ¡Qué importante es creer y confiar!, ¿verdad? No tomes la actitud de los discípulos, quienes teniendo a Jesús a lado de ellos se desesperaron frente a una tempestad. No olvides que en este viaje estás bien acompañado (a), que el Señor mismo es el que va delante de ti y que nunca te dejará ni te desamparará. No temas ni te desesperes frente a esa situación. ¿Acaso hay algo imposible para Dios? Definitivamente nada es imposible para Él. “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.” Isaías 50:15 “Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe…” Salmo 37:7 (NTV) “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7 Pasarás al otro lado de ese problema porque Jesús te lo prometió. Les dijo: “Pasemos al otro lado” Sólo tienes que depositar toda tu confianza en el Señor en oración y súplica. Dios cuidará de ti mientras tú descansas en Él.
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