¿Qué tan paciente eres cuando esperas algo que anhelas con todo tu corazón? Suele ser difícil aguardar incluso cuando al transcurrir del tiempo no ves ni una pizca del porvenir. Además que mantener la esperanza es complicado cuando las cosas ocurren contrariamente a lo que esperas o anhelas, incluso es casi inevitable no ponerse triste, y Proverbios 13:12 (TLA) describe exactamente cómo uno se siente: “¡Qué tristeza da que los deseos no se cumplan! ¡Y cómo nos llena de alegría ver cumplidos nuestros deseos!” ¿Te ha pasado? Pero cuando llega aquello que tanto ansías, viene acompañado de esa alegría que invade tu corazón, tu semblante cambia e incluso tu actitud se vuelve más generosa y más positiva. Sin embargo, debemos considerar que nuestra vida no sólo se trata de que se cumplan nuestros anhelos o deseos, sino más que todo que ello edifique nuestra vida, que nos lleve a un nivel más alto espiritualmente. Dice Proverbios 10:22 “La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade la tristeza con ella” No son riquezas temporales sino son riquezas eternas. Por eso, si estás en la sala de espera, mantente atento a lo que recibes en ese tiempo, ya que muchas veces por poner los ojos sólo en esa promesa o anhelo dejamos pasar desapercibidas otras bendiciones que nos edifican mucho más. Dios sabe cuándo es el tiempo adecuado y cómo llegará a tu vida, ten paciencia y se agradecido mientras esto ocurre. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. Habacuc 2:3
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