No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. Números 11:14-17
Moisés no podía soportar el peso que llevaba en su espalda al encargarse de todo el pueblo y comenzó a considerar la muerte como una salida.
Muchas personas que nos rodean han llegado hasta este punto, en el que el peso de los problemas es demasiado grande, y comienzan a ver la muerte como una opción porque no pueden más.
¿Te involucras en la necesidad del otro? Seguramente muchos no fueron a esta actividad solidaria porque tenían otros planes; sin embargo, Dios nos pide: “amar al prójimo” y esto significa involucrarnos en su problema, ayudar a llevar el peso, de tal manera que no sienta morir, es dejar de pensar en uno mismo y decir: ¿Qué necesitas de mí?
En esta oportunidad te animo a renunciar al egoísmo y pensar en el otro, ayuda a las personas a llevar sus cargas porque seguramente estarás salvando una vida, brindando paz y consuelo, tal y como lo haría Jesús.
¡Si todos cooperamos los resultados serán mejores!
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
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