Todos tenemos cierto temor al dar testimonio de la salvación por medio de Jesús. Es una falta de valentía que no debemos dejar que nos domine, porque el temor no proviene de Dios.
Puede que la timidez sea parte de nuestro carácter o una debilidad, pero pese a ello debemos tener en claro que Dios nos dio valentía en vez de cobardía.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 1:7 (RVR 1960)
Representamos al reino de Dios, esa es una razón suficiente para ser valientes. El amor es de gran poder, porque nos permite amar y servir a otros. Y el dominio propio nos ayuda a tener una mente en calma.
Dios nos ha dado dones para la edificación de su iglesia, para su reino; debemos ser parte activa para llevar la salvación a los demás, a la gente a nuestro alrededor.
Hay una llama en nosotros que Dios puso para que sea la fuente de la valentía que necesitamos para predicar de su amor. Recordemos que el evangelio es poderoso, que trae libertad a los cautivos del pecado, esa debe ser nuestra fuente de valentía.
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
2 Timoteo 1:7 (RVR 1960)
Tenemos un propósito en común todos los que hemos sido salvos: id y hacer discípulos. No debemos de quedarnos con los brazos cruzados viendo cómo los demás se pierden.
¡Somos valientes en Dios!
MIRA NUESTRA ACTIVIDAD EN LAS REDES SOCIALES