Existen circunstancias buenas y malas a lo largo de la vida que tienen tanto impacto que cambian nuestro rumbo.
Una buena experiencia en particular, es tener un encuentro personal con Dios, esto mueve totalmente todo tu ser y sin importar lo que hayas sido antes, tienes una nueva vida en Cristo. Entonces, te has puesto a pensar ¿qué sería de ti hoy si no conocieras de Dios?
Si no conocieras a Dios, ¿cómo sería tu vida?
Puede ser que antes de conocer a Dios hayas tomado buenas decisiones y tu vida haya marchado relativamente bien, sin embargo algo que marca la diferencia entre un antes y un después es que el sentido de tu vida no sólo es terrenal sino espiritual.
Personalmente imagino mi vida sin Cristo muy diferente a la que es ahora, lo más probable es que estuviera perdida buscando llenar el vacío que había en mí con cosas que me dañarían y, definitivamente, no estuviese aquí escribiendo estas líneas, simplemente estaría perdida.
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
1 Corintios 1:28-29 (RVR 1960)
Cuando tenemos una visión limitada de lo terrenal nuestras acciones buscan la satisfacción momentánea alejándonos de lo eterno. Mientras que ahora que estamos en Cristo, nuestra vida tiene un valor diferente y también nuestras decisiones, pues ellas nos llevan a vivir conforme a lo que Dios nos enseña.
Por gracia y para gloria de Dios
La salvación que Dios nos concede, no sólo es para nuestro bien sino además es una muestra de su gracia y de su gloria.
Así que hoy medita en toda la obra que Dios está haciendo en ti, pues al ser su hijo te hace una persona única, redimida, rescatada, amada, y con un nuevo destino: el cielo.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)
Efesios 2:4-5 (RVR 1960)
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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