Lavarse las manos no limpia la conciencia ni quita la culpa, sólo revela cuán cobardes podemos ser frente a responsabilidades que nos corresponden.
En Mateo 27 encontramos la historia de un gobernador romano llamado Poncio Pilato, quien se encontraba en una situación muy conflictiva por la aclamación de una multitud que pedía crucificar a Jesús (siendo inocente) y soltar a Barrabás (un verdadero criminal), ¿Pilato estaba consciente de ello? Sí, pero como se encontraba bajo la presión de Roma, no fue una fácil elección para él.
El gobernador tuvo varias oportunidades para tomar la decisión correcta, incluso su esposa le confesó que fue turbada en sueños a causa de Jesús, pero ¿qué hizo?
Sin duda alguna, una acción que posiblemente pretendía borrar de su conciencia aquel acto injusto: “lavarse las manos”; lo cual era una muestra de que “aquello no había sido su decisión” y de esa forma “limpiaba” su conciencia.
Muchas veces pensamos que al no involucrarnos en una situación que nos compete o al permitir que otros decidan por nosotros, nuestra culpa será absuelta. Lo cual es erróneo, porque, aunque Pilato quiso ser “inocente de la sangre de Jesús”, su falta de decisión lo hizo culpable.
No olvidemos que todo acto de irresponsabilidad lleva a una persona a vivir momentos de angustia y preocupación en todas las áreas de su vida.
Por ejemplo: un Conductor irresponsable puede causar la muerte a otras personas. Es por ello, que debemos ser cautelosos y actuar con responsabilidad.
Muchos de nosotros preferimos no asumir nuestra responsabilidad por miedo al qué dirán o simplemente por temor a no saber qué hacer.
Ser responsable significa tener la capacidad de responder por nuestros actos. Y eso es justamente lo que nos incomoda, porque muchas veces tenemos que sacrificar nuestro tiempo, dinero, etc.
El que nos lavemos las manos en una situación difícil no nos libra de la culpa, aunque momentáneamente tengamos una sensación de paz, finalmente seremos culpables por nuestra propia irresponsabilidad.
Si te encuentras en una situación similar a la de Pilato, no busques excusas y asume la responsabilidad de tus decisiones, porque sólo las personas responsables pueden llegar a conquistar el éxito; por el contrario, los irresponsables están condenados a vivir en el fracaso o la derrota. ¿Cuál será tu decisión?
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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